Bienvenid@s

Les doy la bienvenida a este nuevo lugar de ocio para todas las edades. En breve comenzaré a subir historias de interés para cualquier tipo de público con la opción de que todos los usuarios puedan disfrutar con ellas. En un principio me gustaría publicar un libro, cada día podrán leer un nuevo capítulo de esta interesante historia.
Un saludo.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Capítulo 1. ¿Me equivoqué?


Mi nombre es Leonor.
Esto que os voy a contar ocurrió hace mucho tiempo y creo que pocas personas además de mí lo recuerdan.

Daniel, mi hermano, era el preferido de papá, a mi también me quería pero no tanto como a él, mi madre murió cuando yo nací y mi hermano siempre me culpaba de ello, yo a veces también me pregunto si fue mi culpa, pero tengo que pensar en positivo.

El día en que mi hermano murió era un día muy frío, casi nadie estaba en la calle, mi hermano salió a trabajar en el granero, mi padre me había dicho que no saliera pero tenía curiosidad por como iba la construcción del nuevo gallinero. Cuando salí pude ver a mi hermano hablando con tres hombres, dos de su misma estatura y uno un poco mas alto que él, estaban hablando y de repente el mas alto dio un grito, me asuste y me caí, me vieron y el mas alto, que parecía el jefe, le dijo a los otros dos que me atraparan, mi hermano se interpuso entre ellos y yo, le dieron un empujón y se calló, estaba muy asustada y mis piernas no me respondían.
-¡Corre Leo, corre, corre lo más rápido que puedas!- dijo mi hermano.
-Si… ¡Si!-dije tras darme cuenta de que no me movía.
Empecé a correr y ni se me paso por la cabeza llamar a mi padre. Miré hacia atrás, los dos hombres me perseguían y yo casi no podía respirar. Como es lógico tras una larga persecución me cogieron.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Capítulo 4. Se vuelve sensible.


Tras el secuestro de los niños, Olivillo se marchó de aquel lugar, pero no se fue con la conciencia tranquila. El jefe se sentía intranquilo porque había secuestrado a seres inferiores a él y a su banda, y no solo eso, sino que también le estaba jugando una mala pasada a una persona inocente que no tenía culpa de nada y de la que además se había enamorado.
No podía seguir así, la joven fue a la policía y denunció el secuestro, primero, el dueño del negocio la despidió y luego los padres de los niños secuestrados la tacharon de todo, siendo ella inocente y sin tener la culpa de nada. Esta noticia se extendió por todos los lugares de España, e incluso llegó a otras partes del mundo. Olivillo al ver lo destrozada que estaba la profesora, se solidarizó e intentó devolver a los niños, pero se encontró con el problema de que su banda no quería. Había mucho dinero en juego. Pensando en esto, el jefe también reflexionó y no quiso enviar de vuelta a los niños. Los negocios y el amor no tenían nada que ver para él.
Sin embargo, Olivillo no se quedó tranquilo y fue a visitar a la chica a su casa. La joven al verlo entrar se asustó bastante e intentó llamar a la policía, pero finalmente no lo hizo, puesto que el líder de la banda supo como tranquilizarla y se sentaron ambos a charlar.
Olivillo le explicó sus sentimientos, pero le explicó que no podía dejar de delinquir, porque vivía de eso. La joven dijo que todo eso estaba muy bien pero que por su culpa y la de su clan, había perdido su trabajo y estaba destrozada psicológicamente. Arturo, que así se llamaba Olivillo, la entendió y decidió hacer un pacto, él entregaba a los niños a cambio de irse a vivir con ella y de no entregarlo a la policía. La chica no quería, pero estaba en juego la vida de unos niños, entonces tuvo que aceptar. Ese mismo día, Olivillo fue al refugio donde tenían a los niños y los entregó, y en ese mismo momento, hizo sus maletas y se fue a vivir a casa de Maite, la profesora.

Capítulo 3. El jefe se enamora.


Este mes han sucedido muchas cosas en el pueblo, en Rascanter. Una de ellas comienza con otro ataque más de la banda de Olivillo, esta vez no contra algo de lo que pudieran sacar mucho beneficio, sino contra un local en el que habían montado una especie de de clases particulares para niños pequeños. En esta ocasión, la banda no dudó en atacar de día. Entraron en las clases, pero esta vez llegaron a algo mayor, no era el dinero que allí había lo que querían en realidad, sino un rescate. Y digo un rescate, porque se habían dedicado a secuestrar a los niños pequeños – de entre 6 y 10 años – que intentaban aprender en dichas clases.
Nada más entrar, Olivillo que siempre iba el primero, quedó boquiabierto ante la belleza inconfundible de una de las profesoras. Olivillo se había enamorado, pero en que situación…
El jefe de la banda quería abortar la misión, pero había mucho dinero en juego. Pensaba que un amor podía durar muy poco y que con esa cantidad de dinero que pedirían por los niños, tendrían cubierta una buena temporada sin cometer robos o cualquier otro delito. Pero era imposible dejar de mirar a aquella joven de un metro setenta y cinco aproximadamente de estatura, rubia al igual que Olivillo, con dos ojos que parecían dos soles, de color azules, una sonrisa que deslumbraba al paso y un cuerpo de chica diez. Todo esto se volvió en contra cuando la chica vio entrar a aquella panda de desalmados, que no tenían piedad metiendo a los niños en una furgoneta que traían. La chica se quedó paralizada, mientras que Olivillo no pudo hacer nada más que pedirle perdón. Ese hombre con tan poca consideración con los demás, que lo hacía todo a la fuerza y sin consentimiento de nadie, resultó ser una persona que también tenía corazón detrás de ese gesto tan solitario. Era más o menos una persona normal, y digo más o menos porque una persona normal no roba ni secuestra niños. El caso es que Olivillo se había enamorado.